No caeling dice la inscripción al pie del camino. Enigmática frase para el viajero que ante ella se presenta, pero un claro mensaje para quienes antes la pusieron ahí. ¿Qué es realmente? Queda claro que no es una advertencia (¿o si?). Para mí recuerda un poco a aquel verso del son de la petenera que dice:
Cuando el marinero mirala borrasca por el cielo
alza la cara y suspira
y le dice al compañero
si dios me salva la vida
no vuelvo a ser marinero.
Y me la recuerda porque no caeling es justamente volver a ser marinero, porque en realidad siempre volvemos a serlo, siempre volvemos a intentarlo, aunque la tormenta anterior haya reducido el barco a una pequeña balsa de madera.
No caeling también es el espíritu de aventura, ese que invita a explorar y aunque renuente al principio siempre se lanza al vacío en búsqueda de la siguiente piedra que subir, el siguiente río que nadar. Y es además un espíritu compartido, uno que aunque sabe que no necesita otra persona para disfrutar aprovecha su existencia para compartir.
