Contratiempo

No creas que no lo sé, que muchas cosas que ahora hago están a contratiempo. Defazadas de su lugar en este son, surgen como respuesta al golpe de la jarana y no con ella. Y me duele y no sé qué hacer al respecto. Me dejo llevar por este caudal que yo mismo inicié, artífice de mi desventura.

Sé a ciencia cierta que esto tenía qué pasar y que lo otro, la otra opción, llevaba más dolor y consecuencias, incluso lloré en tus brazos tu pérdida, privilegio poco común. Pero ahora sucedidos los hechos todo se vuelve como difuso, me falta la fuerza para mantenerme en pie en el camino que yo mismo he elegido.

Al final sucederá, pasará como todo pasa, pero ¿qué quedará? ¿Qué será de todas las historias no escritas? Sufrirán la desgracia de esa novela magnífica que nunca nadie leyó y se quedó en la estantería, maldita por su belleza como maldito su escritor por su propia pluma.

¿Cómo será la próxima vez que nos veamos y mis costumbres me obliguen a darte un abrazo? ¿Guardarán nuestros cuerpos sus antiguas respuestas ya tan escondidas en nuestro ser? Quizá entonces sea el turno de un son a tiempo, y de alguna u otra manera nos toque esta vez zapatear con la jarana antes del síncope de los músicos, antes del siguiente son.